jueves, agosto 18, 2005
lunes, agosto 08, 2005
Mozambique, imagenes de un retrato
Conocí Rodrigo Gonçalves hace más de una década en Mozambique cuando era un activo cineasta que colaboraba en el cine de esa joven nación africana. Allí, en esas tierras de humedad tropical y exuberante geografía bañada por el Océano Indico, trabajamos en algunas tomas en las acogedoras playas de Maputo. Eran años de guerra y sufrimiento. Hoy Mozambique es una nación de paz que enfrenta intensamente los desafíos de la prosperidad.
En ese entonces apenas sabía de su afición por la pintura, pero de alguna forma Cine y Pintura, son artes visuales hermanables. De pronto, en Chile, comprobé su sensibilidad por esta dedicación casi clandestina en la pintura, guardada como una pasión prohibida. Como coorganizador con el Museo Nacional de Bellas Artes de la exhibición del Artista Mozambicano Malangatana Ngwenya, Rodrigo me invitó a colaborar en una muestra de cuadros notables por su fuerza y exuberancia.
La pintura es una expresión que siempre me ha sobrecogido por sus posibilidades de abstracción.
Siempre me pregunté por qué este disciplinado y persistente cineasta, no le dedicaba más tiempo a su pintura.
Hoy, Rodrigo le da rienda suelta a su pasión escondida. La pintura de Gonçalves evoca personas provenientes de una variedad de ámbitos, que la hace local y cotidiana, al mismo tiempo universal y abstracta. Le deseo a Rodrigo el mejor de los éxitos en la nueva aventura de mostrar esa pasión ahora develada que es su pintura.
Francisco Coloane
Rodrigo Gonçalves en Mozambique
En ese entonces apenas sabía de su afición por la pintura, pero de alguna forma Cine y Pintura, son artes visuales hermanables. De pronto, en Chile, comprobé su sensibilidad por esta dedicación casi clandestina en la pintura, guardada como una pasión prohibida. Como coorganizador con el Museo Nacional de Bellas Artes de la exhibición del Artista Mozambicano Malangatana Ngwenya, Rodrigo me invitó a colaborar en una muestra de cuadros notables por su fuerza y exuberancia.
La pintura es una expresión que siempre me ha sobrecogido por sus posibilidades de abstracción.
Siempre me pregunté por qué este disciplinado y persistente cineasta, no le dedicaba más tiempo a su pintura.
Hoy, Rodrigo le da rienda suelta a su pasión escondida. La pintura de Gonçalves evoca personas provenientes de una variedad de ámbitos, que la hace local y cotidiana, al mismo tiempo universal y abstracta. Le deseo a Rodrigo el mejor de los éxitos en la nueva aventura de mostrar esa pasión ahora develada que es su pintura.
Francisco Coloane
Rodrigo Gonçalves en Mozambique